Tras meses de escasez de lluvias en el País, y particularmente en Nuevo León, el horizonte pinta más benévolo en huracanes que en años pasados.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó ayer que esperan hasta un 50 y 26 por ciento más de ciclones en el Atlántico y Pacífico, respectivamente, en comparación a los promedios históricos, y que por lo menos cinco impactarían a México.
La temporada de huracanes para el Atlántico -que es del lado por el que llegan sus efectos a Nuevo León- inicia el 1 de junio, mientras que en el Pacífico empezó oficialmente el domingo.
«Se pronostica una temporada más activa de lo habitual en el Océano Atlántico», informó la Conagua, «hasta un 50 por ciento más del promedio, que corresponde a 14 sistemas».
Mientras que la media histórica para el Atlántico es de 14 sistemas, reportó, para esta temporada estiman hasta 21.
En el caso del Pacífico, en donde el promedio histórico es de 15 ciclones tropicales, ahora esperan hasta 19.
Para junio, la Conagua estima en el País lluvias un 18.8 por ciento por arriba del promedio, mientras que para agosto y septiembre espera las mayores precipitaciones.
En el caso del Atlántico, la primera tormenta o huracán que se forme llevará el nombre de «Alex», como el que azotó a Nuevo León en julio del 2010.
Ese «Alex» dejó 616 milímetros de lluvias a Nuevo León, superando los 280 milímetros del «Gilberto» del 17 de septiembre de 1988.
En el caso del Pacífico, el primer sistema tropical llevará el nombre de «Agatha».
Los pronósticos alentadores de huracanes llegan en medio de una sequía que, en el caso de Nuevo León, ha vaciado las presas La Boca y Cerro Prieto, que presentan los niveles más críticos de su historia, generando una crisis en el abasto para la Ciudad.
La Boca, en Santiago, tiene un llenado de apenas el 10.3 por ciento, mientras que la Cerro Prieto, en Linares, tiene un 3.8 por ciento.
