Amenaza economía del norte de Tamaulipas incumplimiento al tratado de aguas
El incumplimiento de entidades norteñas al Tratado Internacional de 1944 complica el pago de agua a los Estados Unidos, de manera que México no ha podido cubrir en el actual lustro un volumen de 830 millones de metros cúbicos y necesitará 862 millones más para completar el ciclo en 2025, afirmó Jorge Luis López Martínez, vocal del Consejo de Cuenca del Río Bravo.
Advirtió que este panorama es una amenaza para el 54% de la población tamaulipeca, que podría quedarse sin el recurso natural de tomarse su agua para completar el pago.
“Y es que Chihuahua, y en menor medida Coahuila, Durango y una parte de Nuevo León no están respetando los volúmenes asignados en el convenio binacional y agarran más agua de la que les corresponde”, señaló el también presidente del Consejo Estatal Agropecuario, quien advierte un escenario catastrófico si no se toman medidas, pues considera está en riesgo no solo el sistema de riego sino también el consumo urbano para más de la mitad de los tamaulipecos.
Explicó que el pago cíclico total de agua al vecino país tiene un plazo fatal de hasta cinco años y el siguiente será en 2025, al cierre del ciclo 36; pero cada año se deben ir entregando cuotas de 431.72 millones de metros cúbicos. “Ahorita debíamos tener aportados cerca de 1,300 millones, y al primero de octubre se arrastra un déficit de 830 millones, son casi dos años del promedio que hay que cumplir y no lo hemos hecho”.
López Martínez, detalló que entre los 862 mm3 que faltan por pagar de aquí al 2025 y los 830mm3 que ya se arrastran de déficit, se hace una suma de 1,692 millones de metros cúbicos que no se sabe de dónde van a salir, porque el agua cada día está más escasa y ya en el anterior ciclo se le quitó agua a Tamaulipas para poder saldar la deuda, lo cual considera injusto.
Expresó que las citadas entidades hacen mal uso del recurso hídrico, en perjuicio del Tratado, donde “Tamaulipas termina pagando los platos rotos al vencer el plazo para pagar la deuda con Estados Unidos”, al tomarse el agua de su frontera norte, que dijo, es donde habita el 54% de la población estatal. “No queremos que se nos vuelva arrebatar el agua”.
“Es el problema más grave que tiene el estado de Tamaulipas, de todos los problemas, a lo mejor hasta poquito más que la seguridad, porque el 54% de sus habitantes radica en la zona fronteriza, que se abastece con agua del Tratado, lo que da una idea del impacto que se puede tener en términos económicos y sociales”.
Es una región en crisis, apuntó, y aseguró que está a punto de colapsar, mientras Conagua sigue sin cumplir su papel como ente regulador, omisión que atribuye a una “falta de gobernabilidad”, donde Tamaulipas, expuso, es quien sufre las consecuencias.
“Hasta el agua de consumo urbano está en riesgo, sería lo último que afectaría, pero ya en el ciclo 35 nos quitaron agua de uso público urbano para cumplir el Tratado, ilegalmente, pero la tomaron”, agregó.
Precisó que el Tratado contempla que cuando haya sequía se podrá pagar el agua en un segundo ciclo, pero cuando este agota su plazo y no se tiene el recurso, la única opción es tomar el agua de las ciudades fronterizas.
“Fue lo que se hizo, e incluso nos dijeron que si nos faltaba agua, por humanidad nos iban a dar agua para tomar, eso es totalmente aberrante, absurdo, no puedo pensar yo en un escenario de esa naturaleza, y todo obedece a que están agarrando el agua de más arriba, punto”, manifestó.
Añadió que al no dejar los otros estados involucrados que escurra el agua del Tratado, afectan el convenio binacional y causan un conflicto al país. “De refilón nos toca pagar los platos rotos, pero el problema no es de Chihuahua con Tamaulipas, es con el Tratado, es un problema internacional”.
Que desaparezca la región
El posible impacto para Tamaulipas no es un asunto menor, insistió. Si el Tratado se cumpliera conforme a lo acordado, daría vida a la entidad, destacó, “pero como no sucede así, el riesgo es que desaparezca la región”.
Especificó que el estado tiene 310 mil hectáreas de riego y es el sistema de riego compacto más grande del país, y puede colapsar si se queda sin agua. “Económica y socialmente se quedaría a la deriva y pégale a los agricultores que aportan la mayor parte de los ingresos económicos a la región, incluso más que las maquiladoras, ¿a dónde va la región donde habita el 54% de la población del estado?”
La sequía ha complicado la disponibilidad del recurso y estadísticamente es previsible que no mejorará la disponibilidad de agua de aquí al momento que se deba saldar. “Tenemos un modelo matemático que nos dice para dónde vamos y que si no se hace algo para respetar el Tratado vamos directo al calabozo, cada año está habiendo menos agua, no se puede apostar a que va a mejorar el panorama”.
Los productores tamaulipecos han alzado la voz una y otra vez dentro del Consejo de Cuenca para advertir la dimensión del problema, pero no les hacen caso, pues los estados responsables no reconocen que están tomando agua de más y la asumen como propia.
“Aquí la solución solo radica en que se reparta la cuenca conforme al Tratado, que a cada quién le den el agua a la que tiene derecho y con eso, que nadie agarre más de la que le toca, así de sencillo es y le corresponde a Conagua”, sin embargo, sostiene que la dependencia federal lleva décadas sin cumplir su obligación de poner orden.
“El Tratado iba bien, pero empezaron a usar más agua arriba y obviamente empezó a faltar abajo”, sostuvo.