Alertan sobre reestructuración en la Comisión Nacional de Búsqueda
Los cuatro comisionados del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (MEH) de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, observan con “suma preocupación” la profunda restructuración en la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).
El jueves pasado, Excélsior publicó la carta de despedida de Javier Yankelevich del equipo de la CNB, como parte de la estructura que se dio a partir de la salida de Carla Quintero del mecanismo dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob).
En un comunicado del MEH, las personas comisionadas, Eugenia Allier Montaño, Abel Barrera Hernández, Carlos A. Pérez Ricart y David Fernández Dávalos, dirigido a los colectivos de víctimas, familiares y sobrevivientes de la llamada Guerra Sucia, mencionan que conocieron la remoción de Javier Yankelevich.
Y aseguran que “vemos con suma preocupación esta reestructura, pues ponen en riesgo los avances que el Equipo Especializado en la búsqueda de personas en el periodo de la Guerra Sucia ha logrado hasta ahora”.
De acuerdo con los comisionados del MEH, la reducción anunciada que deja sólo a dos personas a cargo de todas las tareas de búsqueda del periodo, “difícilmente permitirá dar seguimiento a las decenas de líneas de búsqueda que se tenían identificadas, a las excavaciones, al trabajo con las fiscalías, a la entrevista de testigos y más”.
Dijeron que la labor que el equipo de Yankelevich estaba haciendo se trata de labores complejas y de largo desarrollo que no se corresponden con las capacidades del personal con las que se deja al equipo, no es menor.
De acuerdo con el recuento de la propia CNB, entre 1964 y 1985 el saldo de personas desaparecidas de manera forzada en México por acciones emprendidas por el Estado en contra de opositores, comunidades y organizaciones político-militares, fue de at menos 899 personas (815 hombres y 84 mujeres)”, se lee en el comunicado de las personas comisionadas del MEH.
En su opinión, la reestructura trunca es una de las apuestas más contundentes y serias que el Estado mexicano había hecho hasta ahora por localizar a las personas desaparecidas de manera forzada durante el periodo.
Esta reestructura deja a las familias y colectivos en una espera suspendida de recibir noticia del paradero de sus seres queridos. Por ello, no podemos sino expresar nuestra profunda preocupación ante decisiones que parecen abandonar esfuerzos”, destacó.