La ex candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, afirmó que está a favor de la reforma al Poder Judicial, pero no como la actual que propuso el titular del Ejecutivo federal.
Durante su intervención en el cuarto foro de Diálogos Nacionales “División de Poderes: Medios Legales y Constitucionales”, la legisladora panista aseguró que la reforma debe procurar la plena independencia del Poder Judicial, ya que «es indispensable para acompañar a los ciudadanos en la búsqueda de la justicia.
«Estoy a favor de una reforma al Poder Judicial, pero sin odio y sin venganza; estoy a favor de una reforma que tenga como prioridad justicia para las víctimas del delito», dijo.
Al iniciar su discurso, Gálvez Ruiz resaltó la importancia del diálogo como instrumento para hacer leyes y para llegar a la verdad.
«Donde hay diálogo hay libertad y democracia, donde solo hay monólogo, hay engaño y autoritarismo. No estamos discutiendo solamente una reforma al Poder Judicial, sino la subsistencia de nuestro régimen democrático y la forma en que habremos de limitar el poder político», añadió.
Declaró que comparte la idea de que es necesario mejorar el Poder Judicial y el deseo de que ese poder sirva a la sociedad de manera efectiva; «lamentablemente, las reformas propuestas no van en esa ruta, se trata de propuestas que modifican el diseño de nuestro modelo constitucional».
«Con ello, lo que está en riesgo son los diques que protegen los derechos de los ciudadanos ante el poder; en décadas pasadas hemos sido testigos de lo que sucede cuando el poder público se ejerce sin restricciones, de cómo se puede coartar la libertad y los derechos de los opositores cuando no hay quién los proteja.
«Eso nos obligó a contener el poder, a ponerle limites claros y establecer reglas sobre lo que no es tolerable ni admisible en una sociedad. Eliminar eso es debilitar los cimientos de la casa en la que todos vivimos», añadió.
La senadora dejó claro que es indispensable establecer mecanismos para que los Poderes se revisen y se controlen unos a otros, «para que se cumpla ese papel de contrapeso, debe asegurarse la autonomía e independencia de cada uno de ellos».
Por ello, señaló que el Poder Judicial no es perfecto, nunca lo ha sido y no lo será «porque es humano, lo mismo sucede con los otros dos Poderes».
«Que quede claro: no estoy diciendo que el Poder Judicial no se toca; sí se toca, pero nuestro deber es ponernos de acuerdo en una reforma para perfeccionarlo, no para destruirlo. Debemos construir uno que resuelva con justicia y prontitud los conflictos de una vida en sociedad».
Asimismo, sugirió que la reforma judicial se extienda al ámbito estatal, ya que muchos de los órganos locales requieren un cambio de fondo para lograr la transparencia e independencia.
«La actual propuesta de reforma no resuelve los problemas de la gente, pero sí puede generar más injusticia, encono y división entre los mexicanos».