Por segunda ocasión, la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez ha sido multada por calumniar a su entonces oponente, Claudia Sheinbaum. La Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) impuso una nueva sanción a Gálvez por asociar a Sheinbaum con el crimen organizado durante los debates presidenciales.
Imputación de delito grave
Durante el segundo y tercer debate, Gálvez se refirió a Sheinbaum como «narcocandidata», alegando que ella y su partido, Morena,estaban respaldados por el crimen organizado. Estas afirmaciones, según la Sala Especializada, «imputaron sin fundamento y de manera generalizada a la candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia un delito de alto impacto social que puede afectar su reputación ante la ciudadanía y distorsionar la percepción electoral».
Los magistrados concluyeron que las acusaciones de Gálvez «carecen de veracidad y comprobación de la realidad». Por lo tanto, sus afirmaciones «no están amparadas en la libertad de expresión y no se consideran válidas dentro del debate político, pues constituyen la imputación de un delito o hecho falso».
Multa total de 97 mil 713 pesos
Con esta nueva multa, el monto total de las sanciones impuestas a Xóchitl Gálvez asciende a 97 mil 713 pesos. La semana pasada, la Sala Regional Especializada del TEPJF ya había aprobado una multa de 32 mil 571 pesos por sus declaraciones en el segundo debate. Además, el PAN, el PRI y el PRD también fueron sancionados con 10 mil 857 pesos cada uno por incumplir con su deber de cuidado.
Incumpliento del deber de cuidado
La Sala Especializada aclaró que las notas periodísticas presentadas por Gálvez y los partidos no demostraron que Morena o su líder hubieran sido declarados culpables o condenados con sentencias definitivas por narcotráfico.
El TEPJF enfatizó que los partidos políticos y los candidatos tienen la obligación de actuar con diligencia y veracidad durante las campañas electorales, y que sus declaraciones deben estar basadas en hechos comprobados. Las calumnias y las acusaciones infundadas socavan la democracia y dañan la confianza de los ciudadanos en el proceso electoral.
