El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha lanzado un poderoso comunicado titulado “Un pico y una pala, de la solidaridad, la empatía y la valentía”. Este mensaje resuena profundamente en el contexto de las desapariciones en México y resalta el papel crucial de las madres buscadoras, quienes han emergido como un símbolo de resistencia y esperanza en medio de la adversidad.
Las madres buscadoras, un grupo de mujeres valientes, se han convertido en protagonistas de una lucha desgarradora. En los últimos años, han enfrentado la indiferencia de las autoridades mientras se dedican incansablemente a la localización de sus seres queridos desaparecidos. Este esfuerzo no solo busca encontrar a los ausentes, sino también revivir valores fundamentales como la dignidad y la humanidad, que se han visto erosionados por la inacción gubernamental.
El comunicado del EZLN destaca la admirable valentía de estas mujeres. A pesar de los numerosos obstáculos que enfrentan, su determinación por encontrar la verdad y la justicia no flaquea. En un país donde las desapariciones forzadas son una crisis humanitaria, el papel de las madres buscadoras se vuelve aún más significativo. Estas mujeres, con su lucha, están reconstruyendo una narrativa de dignidad en un entorno marcado por la desesperanza.
La solidaridad y la empatía son temas centrales en el mensaje del EZLN. El grupo hace un llamado a la sociedad para unirse a la lucha contra las desapariciones, enfatizando que la búsqueda de dignidad y humanidad es una responsabilidad colectiva. La lucha de las madres buscadoras no debe ser un esfuerzo solitario; todos debemos involucrarnos y apoyar su noble tarea. La transformación de la sociedad hacia una más justa y humana depende de la acción conjunta de todos.
El EZLN también plantea preguntas provocadoras a las autoridades. ¿Por qué, si existen tecnologías avanzadas como drones y sistemas de geolocalización, no se utilizan para resolver casos de desapariciones? Esta falta de acción efectiva por parte del Estado refleja una desconexión alarmante entre los líderes políticos y las realidades sociales que enfrentan las familias afectadas. Las desapariciones se han convertido en meras cifras, despojadas del dolor humano que representan.
La crítica del EZLN se extiende a la política contemporánea, tanto de la derecha como de la izquierda. El grupo señala que la frivolidad y el cinismo han reemplazado la empatía en el discurso político. Esta indiferencia hacia las desapariciones es una manifestación del distanciamiento entre los políticos y las tragedias que viven las comunidades. La lucha por la justicia se convierte en un eco olvidado en un sistema que prioriza el mantenimiento del poder sobre las necesidades reales de la sociedad.
El comunicado también destaca la necesidad de una transformación profunda del sistema político y social en México. La dignidad y el valor de la vida humana deben ocupar un lugar central en la agenda política, despojando a la frivolidad de su lugar preeminente. La falta de transparencia en la gestión de los casos de desaparición es otro punto crítico que el EZLN aborda. La opacidad en las investigaciones genera incertidumbre y desesperanza entre las familias, que merecen respuestas y justicia.
La verdadera solidaridad, según el EZLN, va más allá de un apoyo momentáneo. Se trata de un compromiso tangible y sostenido. La solidaridad con lo cercano exige acción y dedicación, no solo un comentario en redes sociales. Este llamado a la acción busca movilizar a la sociedad para que apoye de manera efectiva a las buscadoras en su lucha.
En conclusión, el comunicado del EZLN es un poderoso recordatorio de la importancia de la solidaridad y la empatía en la lucha contra las desapariciones en México. Las madres buscadoras son un símbolo de resistencia y dignidad, y su valentía merece el apoyo de todos. La transformación de la sociedad hacia una más justa y humana depende de la acción colectiva, donde cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la búsqueda de verdad y justicia. La lucha por la dignidad y la humanidad es un camino que debemos recorrer juntos, en solidaridad con quienes enfrentan la dolorosa realidad de la desaparición de sus seres queridos.