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México recupera 32 piezas arqueológicas gracias a la devolución voluntaria

La importancia de la restitución de piezas arqueológicas

La historia de la restitución de piezas arqueológicas es un capítulo importante en la preservación del patrimonio cultural de México. Recientemente, la ciudadana estadounidense Marylou Morton tomó la valiente decisión de devolver 32 piezas arqueológicas que habían sido trasladadas de México a Estados Unidos a mediados del siglo XX. Esta acción fue celebrada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), que se encargará de entregar los objetos al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Detalles sobre las 32 piezas devueltas a México

De las 32 piezas, 31 son consideradas monumentos arqueológicos, fabricados entre los años 300 a.C. y 1521 d.C., mientras que una pieza es catalogada como histórica. La restitución se formalizó cuando el cónsul Carlos Quesnel Meléndez se trasladó a Eugene, Oregón, para recibir estos valiosos objetos prehispánicos. Especialistas del INAH han confirmado que las piezas son propiedad de la nación mexicana, protegidas por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

El consulado planea enviar las piezas a México mediante valija diplomática, permitiendo que los expertos del INAH realicen las inspecciones físicas necesarias para garantizar la autenticidad y el estado de conservación de estos bienes patrimoniales. El Gobierno de México ha expresado su agradecimiento a Marylou Morton por su decisión de devolver voluntariamente las piezas, reiterando su llamado a la población para evitar el expolio de objetos arqueológicos y colaborar en la preservación del patrimonio cultural mexicano.

Campañas del Gobierno de México contra el tráfico de bienes culturales

Desde hace varios años, México ha implementado múltiples acciones y estrategias jurídicas para recuperar el patrimonio cultural que se encuentra en el extranjero. Gracias a los esfuerzos conjuntos de la SRE y la Secretaría de Cultura, se ha lanzado la campaña #MiPatrimonioNoSeVende, reafirmando el compromiso del Gobierno de México de combatir el tráfico ilícito de bienes culturales y apoyar la recuperación del patrimonio nacional en el exterior. Durante la actual administración, esta campaña ha facilitado la recuperación de más de 14 mil piezas arqueológicas e históricas, todas reconocidas como propiedad de la nación mexicana.

El robo de 1985: un recordatorio de la vulnerabilidad del patrimonio

Sin embargo, el robo de piezas arqueológicas sigue siendo un dolor de cabeza para México. Uno de los incidentes más notorios ocurrió el 25 de diciembre de 1985, cuando 140 piezas prehispánicas de incalculable valor fueron robadas del Museo Nacional de Antropología. Este robo, considerado «el robo del siglo», marcó un hito en la historia del patrimonio cultural mexicano. Entre los objetos robados se encontraban piezas de oro de la cultura mixteca, un pectoral de oro, máscaras de mosaico y un mono de obsidiana con un valor estimado de 20 millones de dólares.

El entonces presidente Miguel de la Madrid ordenó investigaciones inmediatas, y se estableció comunicación con INTERPOL para enviar un boletín a 158 países. Las investigaciones revelaron que los ladrones, probablemente un grupo de traficantes especializados en robos de arte, habían aprovechado la falta de supervisión durante las festividades navideñas. Los guardias de seguridad, en lugar de realizar sus rondas, se habían reunido para celebrar, lo que permitió a los delincuentes llevar a cabo el robo sin ser detectados.

Este incidente resaltó la vulnerabilidad del patrimonio cultural mexicano y la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en los museos. A lo largo de las décadas, el proceso de búsqueda y recuperación de las piezas robadas ha sido arduo y complicado, pero la reciente restitución de las 32 piezas arqueológicas por parte de Marylou Morton es un rayo de esperanza en la lucha por recuperar el patrimonio perdido.

La historia de la restitución de estas piezas no solo es un triunfo para México, sino también un recordatorio de la importancia de preservar el patrimonio cultural. Cada objeto cuenta una historia y representa la riqueza de una civilización que merece ser protegida y respetada. La colaboración entre ciudadanos y gobiernos es esencial para garantizar que el patrimonio cultural siga siendo parte de la identidad de México y del mundo.

En conclusión, la devolución de estas piezas arqueológicas es un paso significativo hacia la recuperación del patrimonio cultural mexicano. La historia del robo de 1985 y la reciente restitución nos enseñan que, a pesar de los desafíos, la comunidad y las instituciones pueden trabajar juntas para preservar la herencia cultural de las naciones. La lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales continúa, y cada acción cuenta en la salvaguarda de nuestra historia.

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