El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reafirmó este lunes en su conferencia matutina que no permitirá la injerencia de ningún gobierno extranjero en asuntos internos de México, particularmente en lo que respecta a la reforma judicial. Esta declaración surge después de que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, emitiera su opinión sobre la propuesta de reforma judicial en México, generando una polémica en torno a su postura.
La firme postura de AMLO sobre la soberanía mexicana
Durante la conferencia de prensa desde Palacio Nacional, AMLO fue claro al señalar que no abordará el tema de la reforma judicial con Ken Salazar, argumentando que es un tema que compete exclusivamente a los mexicanos. «El diálogo siempre debe existir, pero los temas relacionados con México nos corresponden a nosotros. No pueden venir extranjeros, ningún gobierno extranjero, a tratar asuntos que sólo corresponden a los mexicanos. Es un principio básico de independencia, de soberanía», expresó el mandatario.
López Obrador añadió que, así como él no se involucra en asuntos internos de Estados Unidos, como la venta de armamento, espera que el país vecino respete la soberanía de México en temas judiciales.
El contexto de la reforma judicial y la respuesta de Ken Salazar
La controversia comenzó cuando Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, ofreció una declaración el pasado 22 de agosto en la que criticaba la posibilidad de que los jueces en México sean elegidos de manera directa por el voto popular, un aspecto que forma parte de la reforma judicial propuesta. Según Salazar, este cambio podría representar un riesgo significativo para la democracia mexicana.
Basándose en su experiencia en las cortes federales y estatales de Estados Unidos, Salazar expresó que la elección directa de jueces podría abrir la puerta a la interferencia de grupos criminales, como los cárteles de la droga, afectando gravemente el sistema judicial y poniendo en riesgo la inversión extranjera en el país.
«Comprendemos la importancia de la lucha de México contra la corrupción judicial. Sin embargo, la elección directa y política de jueces, en mi punto de vista, no resolverá dicha corrupción judicial ni fortalecerá al Poder Judicial», advirtió el diplomático estadounidense.
AMLO responde con una nota diplomática
Ante los comentarios del embajador Salazar, la reacción del Gobierno de México no se hizo esperar. La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, confirmó que se envió una nota diplomática a Estados Unidos, manifestando el rechazo del gobierno mexicano a lo que consideraron una intervención en asuntos internos.
«El tratado comercial que tenemos con Estados Unidos no implica que debamos ceder nuestra soberanía. Es un tratado para tener una buena relación económica y comercial, no para que México se convierta en un apéndice o una colonia de otro país», subrayó AMLO.
El presidente reiteró que no es función de un embajador extranjero opinar sobre las políticas internas de México, incluyendo la reforma judicial. Esta postura firme refleja el enfoque soberano de la administración de López Obrador y su resistencia a cualquier tipo de injerencia extranjera en los asuntos de gobierno.
El impacto de las declaraciones de Salazar en la relación bilateral
Las declaraciones de Ken Salazar han generado un debate sobre el papel de los diplomáticos extranjeros en México y hasta qué punto sus opiniones pueden influir en las decisiones políticas del país. A pesar de que Salazar ha insistido en que su intención no es interferir en la soberanía de México, su opinión sobre la reforma judicial ha sido vista por muchos como una intromisión no solicitada en un tema delicado.
Por su parte, AMLO ha dejado claro que cualquier reforma judicial será diseñada y aprobada por los mexicanos, sin la intervención de ningún país extranjero. Esta firme posición refuerza el compromiso del gobierno de López Obrador con la defensa de la soberanía nacional en todos los ámbitos, desde lo político hasta lo judicial.
Un tema que sigue generando debate
El futuro de la reforma judicial en México aún está en discusión, pero lo que queda claro es que AMLO no permitirá que la opinión de gobiernos extranjeros afecte la dirección que tome esta importante reforma. Para López Obrador, la independencia y la soberanía de México son principios inquebrantables que guiarán cada una de sus decisiones.
En un entorno globalizado, las relaciones entre naciones requieren equilibrio y respeto mutuo. Mientras el debate sobre la reforma judicial continúa, AMLO ha dejado en claro que las decisiones sobre el futuro del Poder Judicial en México serán tomadas exclusivamente por los mexicanos.