La presidenta Sheinbaum fue la encargada de poner nuevamente sobre la mesa de análisis la reforma para la semana laboral de las 40 horas. A diferencia de la discusión anterior, en ésta la Secretaría del Trabajo tendrá un rol activo en el diseño de la fórmula para su implementación.
Esquivó el tema mientras estuvo en campaña, pero lo hizo suyo apenas rindió protesta como presidenta de la República en México. Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno apostará por la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales.
“Estoy segura de que lo vamos a lograr. En acuerdo con las y los empleadores, iremos alcanzando paulatinamente en el sexenio la semana de 40 horas”, expresó la mandataria al llegar al número 60 de los 100 compromisos de gobierno que anunció el 1 de octubre desde el Zócalo de la Ciudad de México.
Hasta hace unos meses, el foco de la fallida discusión estaba en la Cámara de Diputados, donde un apurado dictamen aprobado por la Comisión de Puntos Constitucionales pretendía reducir la jornada laboral de un día para otro, con todo y la queja de los empresarios por la falta de un esquema de transición.
Dicho intento de reforma quedó sepultado al concluir la legislatura pasada; ahora se debe trabajar un texto nuevo. En este sentido, la bancada de Movimiento Ciudadano (MC) en San Lázaro presentó ya la primera iniciativa formal en este sentido. Habrá que esperar cuántos más se suman, incluidos los de autoría de Morena, en las próximas semanas.
Sin embargo, la batuta de la reforma de las 40 horas la tomó ahora el gobierno federal, ausente en la primera discusión, la cual de momento parecía sólo un diálogo –si se puede llamar así– entre la autora del proyecto, la entonces diputada Susana Prieto, y todos los actores invitados a las mesas de análisis.
“Hay un importante número de trabajadores que ya tienen las 40 horas, y hay otro número importante de trabajadores que las está pidiendo y no podemos decir ‘no existe eso’. Entonces, ¿qué es lo que proponemos?, que sea en consenso. Por eso yo dije: de manera gradual… Que nos sentemos en una mesa y que podamos llegar a un acuerdo con empleadores y empleadoras, para que esto pueda ser una realidad en un proceso paulatino”, puntualizó Sheinbaum Pardo en su conferencia mañanera del jueves pasado.
Ante este contexto, será la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que encabeza Marath Bolaños, la que se encargue de definir los detalles del alcance de la reforma que debe contemplar cambios iniciales en el artículo 123 de la Constitución y posteriormente en la Ley Federal del Trabajo (LFT).
En la actualidad, y de acuerdo con la información más reciente de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el 40% de la fuerza laboral trabaja entre 40 y 48 horas a la semana y un 26% más de 48 horas. De esta manera, una reforma de este tipo beneficiaría potencialmente a dos de cada tres personas que participan en el mercado.
¿Cuáles son las peticiones de las diversas cámaras empresariales en el país y las recomendaciones de organismos internacionales para concretar una buena reforma de la jornada laboral? Básicamente cuatro:
- Gradualidad para que los cambios se implementen de manera paulatina
- Flexibilidad de la norma para atender la realidad de cada sector y tamaño de compañías
- Excepciones a la regla en industrias con dinámicas particulares
- Incentivos para que las empresas inviertan en más personal
El camino para construir por consenso un esquema para reducir la jornada laboral con esas características no es nuevo, ya lo siguieron exitosamente los gobiernos de Chile y de Colombia en los últimos años, los cuales desarrollaron una fórmula gradual, flexible y diferenciada que les permitió formalizar cambios que ya comenzaron a implementarse.
Todo parece indicar que la nueva administración federal tomará una ruta parecida para concretar un modelo adaptado al mercado mexicano.
Por cierto, el mismo esquema se seguirá para la reforma laboral de las plataformas digitales con la que se busca garantizar el acceso a la seguridad social para repartidores y choferes, cuyo proyecto comenzó a trabajarse desde el sexenio pasado. La presidenta Sheinbaum ya anunció que esta iniciativa en particular será enviada al Congreso de la Unión este mes.
