Se adelantó la lectura del testamento de Silvia Pinal
Toda la familia se reunió ayer por la noche.
Pese a que la lectura del testamento de doña Silvia Pinal estaba programada para dentro de un mes, la fecha de adelantó y, durante la noche de ayer, las y los integrantes de la dinastía conocieron qué pertenencias les fueron heredadas por la primera actriz, quien dejó su patrimonio dividido entre sus hijos, nietas y bisnietas.
«Ventaneando» captó el arribo de Sylvia Pasquel y Efigenia Ramos, asistente de doña Silvia, a la casa de María Elena Galindo, que se convirtió en albacea de la actriz, luego de que su hermana Tina, quien fue la primera encargada de ejecutar la voluntad vaciada en el testamento, perdiera la vida.
Sylvia y «Efi» fueron las primeras en llegar, a las 18:00 horas en punto; sorprendidas, Ramos preguntó al medio cómo se había enterado de que la lectura de testamento ya no se llevaría a cabo el 15 de enero, sino el día de ayer.
Pasquel pidió no ser grabada por la cámara del vespertino y, al ver que no desistían de buscar una declaración, colocó su mano encima del lente de la misma.
Más tranquila, la actriz pidió una disculpa al reportero y le pidió empatía por el duelo que atraviesa, confiándole que, hasta el momento, se ha negado a hablar con todos los medios.
«No le doy entrevista a nadie porque no quiero».
Luego de que toda la familia se conjuntara en casa de doña María Elena, a excepción de Frida Sofía, pasaron alrededor de dos horas y media para que Alejandra Guzmán fuera la primera en abandonar la casa.
El medio se acercó al auto de la cantante, quien no quiso hablar, destacando que, por el momento, no podía hacer ninguna declaración relacionada al testamento pero que, eventualmente, lo hará.
«¿Qué quieres qué te diga?, ahorita no puedo decir nada, todavía no».
Michelles Salas, primera bisnieta de Pinal, fue la próxima en irse, al mismo tiempo de Efigenia que regresó a la casa del Pedregal en compañía de las hijas de Luis Enrique; Giordana y Schersa, que se despidieron gustosas de su prima.
Más tarde, salieron Sylvia y su hija Stephanie Salas, el último en abandonar la casa de Galindo que Luis Enrique.
El notario público, encargado del caso, también fue captado mientras se retiraba de las inmediaciones, aún con varios documentos en mano, el cual prefirió guardar silencio, del mismo modo que la familia.
«No tengo nada que decir».
De acuerdo con «Ventaneado», el testamento, además de incluir a los hijos, nietas y binsnietras de doña Silvia, también integra a dos o tres amistades de la diva del cine, sin embargo, no dieron a conocer los nombres de quiénes se tratarían.