Desmantelan grupo criminal que introducía droga a Europa en bloques de hormigón desde México
Las investigaciones comenzaron en 2017 en una empresa mexicana, sospechosa de introducir importantes cantidades de estupefacientes en Europa a través de España, que estaría a disposición del cartel de los Beltrán Leyva.
Madrid- Agentes españoles, en colaboración con Europol, desmantelaron una organización criminal vinculada con un cartel mexicano, asentada en España y Países Bajos, que se dedicaba a introducir grandes cantidades de cocaína y metanfetamina ocultas en bloques de hormigón con un novedoso sistema indetectable.
Después de tres años de investigación, la operación concluyó con dieciséis detenciones en cuatro provincias españolas, siete arrestos en Países Bajos y otros en Turquía.
Además, los agentes llevaron a cabo la «mayor intervención» de metanfetaminas -2.549 kilos-, así como 1,3 kilos de cocaína y 17.000 litros de productos químicos, informó este martes la Policía y la Guardia Civil.
Con ese operativo se da por desmantelada la principal vía de introducción en Europa de estas sustancias a través del Puerto español de Barcelona (noreste) y los agentes descubrieron una nueva forma para introducir la droga, que consistía en crear habitáculos ocultos en el proceso de fabricación de bloques de hormigón.
Las investigaciones comenzaron en 2017 en una empresa mexicana, sospechosa de introducir importantes cantidades de estupefacientes en Europa a través de España, que estaría a disposición del cartel de los Beltrán Leyva.
Usaban bloques térmicos de hormigón prefabricados destinados a la construcción, donde ocultaban la droga, y aprovechaban la infraestructura de sus operaciones de comercio internacional, provenientes de Sudamérica y Centroamérica, para copar el mercado europeo de sustancias estupefacientes.
Resultado de estas sospechas, en 2019 la Policía de Países Bajos intervino en un almacén de Róterdam 2.537 kilogramos de metanfetamina pura («crystal meth») y detectó un almacén en la localidad de Utrecht, donde se almacenaban 17.000 litros de productos químicos para la producción de estupefacientes.
Dichas sustancias provenían de una empresa afincada en España y encargada de introducir la droga por encargo del cartel mexicano.
La Policía española, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera aunaron esfuerzos para controlar los movimientos de la empresa responsable de esas partidas, afincada en México y en Barcelona, gestionada por un ciudadano con doble nacionalidad española y mexicana, principal sospechoso del cartel mexicano en España.